En el entonces adyacente Colegio San Gabriel: el prodigio del Cuadro de la Dolorosa, que presidía el comedor de los colegiales internos. La noche del 20 de abril de 1906, 35 niños cenaban en el comedor, cuando asombrados, notaron que supuestamente la imagen del cuadro de la Dolorosa colgado en la pared, abría y cerraba los ojos repetidas veces. Creían que se trataba de una fantasía; y entonces llaman a otros chicos, que ven lo mismo. Inquietos, avisan al Padre y al Hermano que vigilaban la cena; estos se acercan incrédulos, pero observan el mismo prodigio, que se prolonga por unos 15 minutos. Acabado el serio examen de comprobación, la autoridad eclesiástica daba un decreto con tres puntos: El hecho se comprueba como cierto, No se explica por causas naturales, ni malignas y La Iglesia permite que se venere esa Imagen de la Virgen de los Dolores, que en adelante se llamará, “la Dolorosa del Colegio”.