El interior de la Iglesia, el mármol de sus paredes, contrasta con el mosaico dorado de la cúpula, alrededor de la cual se disponen ocho ventanas, decoradas con las palabras de las Bienaventuranzas escritas en latín, mientras el altar principal, está decorado por un arco de alabastro y ónice alrededor del cual se encuentran los símbolos de las ocho bienaventuranzas: Justicia, Caridad, Prudencia, Fé, fortaleza, Esperanza y Templanza.